Saludos a todos ustedes de la Diocesis de Peoria
Mi nombre es Padre Lou Tylka y hoy el Papa Francisco me ha nombrado Obispo Coadjutor
de Peoria. Si otras fueran las circunstancias, estuviera allí en persona para conocerlos y
presentarme formalmente. Sin embargo, hasta que podamos hacerlo de una manera segura,
permítanme mostrarles este video a manera de saludo y presentación. Estoy tanto
sorprendido como honrado por la fe que el Santo Padre ha depositado en mí, y en ese
espíritu acepto el llamado del Señor y de Su Iglesia. Les soy sincero fue una gran sorpresa
cuando el nuncio papal, Arzobispo Christopher Pierre, llamo para informarme sobre la
asignación del Santo Padre. Literal fue la primera llamada que recibí hace una semana, lo
bueno fue que estaba sentado.
Permítanme expresar mi agradecimiento hacia el Papa Francisco por la oportunidad de
servir a la Iglesia en Peoria. Me comprometo a serle fiel como sucesor de Pedro, orar por el
diariamente y para que su liderazgo inspirador en la Iglesia continúe dando muchos frutos.
Que nuestro Dios Bueno continúe dándole sustento por muchos años más para dirigir
nuestra Iglesia.
Mi corazón esta tan lleno de gratitud hacia Dios Todopoderoso por el regalo de la fe y el
regalo de la Iglesia. Pido que el Espíritu Santo continúe dándome sustento para responder
de una manera generosa hacia el Llamado del Señor.
Mi familia ha sido una fuente de fortaleza y apoyo en mis años de ministerio. Agradezco al
Señor por ellos – realmente no estuviera aquí hoy sin su amor.
Soy el menor de 6 hijos; tengo cinco hermanas mayores. Mis padres nos inculcaron grandes
valores – la importancia de la familia y de la fe, la libertad de trazar el rumbo de nuestra
vida, y el coraje para ir tras nuestros sueños. Mi mamá Norma, falleció hace 30 años, justo
cuando entre al seminario. Siempre le estaré agradecido por impulsarme a buscar el
sacerdocio. Mi papá, Louis, que gracias a Dios aún está con nosotros, es un hombre
extraordinario, quien continúa siendo un gran apoyo con mucho sentido del humor y
sabiduría. Les pido sus oraciones para mi hermana menor quien está luchando la batalla
contra un cáncer terminal – que Jesús la guarde a ella y a todos los enfermos y los que
sufren cerca de Su corazón.
También estoy muy agradecido, por el caluroso recibimiento y apoyo del Obispo Daniel
Jenky, quien ha servido con dedicación desde el 2002 como nuestro obispo. Espero y deseo
trabajar con él, aprender de él y de nuestra iglesia local.
Hemos platicado sobre calendarizar mi ordenación y bienvenida a la Diócesis. Sin
embargo, debido a las restricciones necesarias de la pandemia del COVID-19, no se ha
establecido ninguna fecha, pero esperemos poder hacerlo pronto.
A los sacerdotes de la Diócesis de Peoria, les pido me reciban como un hermano. He sido
párroco y pastor por casi un cuarto de siglo, y también he servido por algunos años como
Presidente del Consejo Presbiteral de la Arquidiócesis de Chicago. Ayudar a compartir las
voces de mis hermanos con otros obispos, ha sido un gran privilegio y responsabilidad.
Hermanos, me comprometo a escucharlos, respetar sus experiencias como pastores de su
gente, y espero ministrar y trabajar con ustedes en los años por venir. Ese mismo
compromiso es también para todas las mujeres y hombres religiosos, los diáconos y otros
ministros de nuestra Iglesia local. Quiero conocerlos a ustedes y a la gente que sirven, así
como, conocer las circunstancias y los retos que viven y se enfrentan es sus diferentes
ministerios.
Realmente espero estar con la gente de Dios en Peoria muy pronto. Ustedes me enseñarán
sobre las parroquias de la diócesis, sus ciudades, sus pueblos, y todo los lugares
entremedio. Para los seminaristas y todos en formación, por favor sepan que también estoy
ansioso de conocerlos en los próximos meses.
De alguna manera, dando estos primeros pasos como su Obispo, me recuerda el gran pasaje
del evangelio de Lucas, el Camino de Emaús. En una diócesis que abarca desde Indiana en
el este hacia el Rio Mississippi del oeste, sé que pasaremos algún tiempo en carretera.
Como discípulos de Jesús, todos caminaremos juntos con el Señor, reconoceremos la
presencia de Jesús entre nosotros – especialmente en la Eucaristía, y tendremos nuestros
corazones dispuestos fervientemente como discípulos misioneros. Este es un nuevo camino
juntos, y abrazo esta oportunidad de caminar junto a ustedes.
Mientras tanto, oremos los unos por los otros, y en este momento de prueba para el mundo
entero, invoquemos la intercesión de Nuestra Señora, a quien es dedicada nuestra Catedral,
para que el Señor nos cuide de esta pandemia, les de fortaleza y protección a los
trabajadores de primera atención, les de mucha sabiduría a nuestros líderes, consuele
aquellos que están en duelo, y de vida eterna a los fallecidos.
¡Dios los Bendiga a todos!